Nadie, ni siquiera Valverde, esperaba que los fichajes del Barcelona ofreciesen un buen rendimiento de manera tan prematura.


El choque ante la Roma sirvió para confirmar que el perfil de Arthur encaja a la perfección en el ADN azulgrana y que Malcom viene para disputar de verdad un puesto en el once a Ousmane Dembélé.

No había más equipos en el mundo para que Malcom jugara su primer partido como titular en el Barcelona. No, tenía que ser la Roma. El fútbol es así de caprichoso. El extremo brasileño llegó al club azulgrana en una operación relámpago después de tenerlo todo pactado con el club italiano y tuvo que estrenarse en una alineación de Ernesto Valverde precisamente contra el agraviado Monchi y el volcánico Manolas.

Dos partidos, dos goles. Si ante el Tottenham fue Arthur quien se estrenó como goleador con su nuevo equipo, frente a la Roma le tocó a Malcom. El extremo hizo el 2-1 del Barça al aparecer en el segundo palo para empujar el balón a la red. El tanto, anecdótico, sirvió más para redondear una gran actuación del brasileño. Dejó grandes destellos de su calidad. Primero con un taconazo en el inicio de la preciosa combinación que dio origen al tanto de Rafinha y más tarde con un libre directo que pasó cerca del larguero de la meta romana.

Fuente: http://www.marca.com/futbol/barcelona/2018/08/01/5b613743268e3ea8748b45fe.html
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